lunes, 14 de agosto de 2017

BESOS AL CIELO 
Cuando tu hijo muere, durante un tiempo, el dolor es tan horrible que te desvinculas de la vida. Sigues moviéndote, trabajando, hablando, sonriendo y más o menos intentas volver a recuperar lo poco que quede de tu "primera" vida. Porque ya no volverá nunca a ser la que tenías, será otra...parecida o no, pero este demoledor golpe emocional te destroza hasta no volver a ser nunca la persona que eras, y por lo tanto tu vida también cambiará a la vez que tú lo haces.
Durante los primeros días solo te dejas llevar, sobrevives de día en día, te concentras en resistir el tremendo dolor y como puedes sigues viviendo.
El desgarrador dolor del principio es tanto físico como emocional, y aunque jamás desaparece logras ir moderando la intensidad hasta que eres capaz de volver a "vivir" pero nunca vuelves a sentirte completa. Algo de ti se ha ido con ellos y vives incompleto, aunque eres capaz de seguir luchando un día tras otro sin pensar demasiado en como lo haces.
Hay días grises, terriblemente tristes y que intentas sortear como puedes para que los que amas no se preocupen por ti, y también hay "instantes" grises en los mejores días.
Vives pero no estas totalmente unido a la vida, en algunos momentos es como si la vida te rodeara pero no fuera capaz de tocarte. Ves a las personas reír, jugar con sus hijos, parejas besándose, jóvenes en bici o patinando y piensas en que "él" debería de estar ahí...Quizás no les necesitas para hacer todas esas cosas que llenan una vida, pero les quieres en cada uno de esos segundos que no están viviendo a tu lado.
La tristeza que te golpeó cuando ellos se fueron se ha instalado muy hondamente en tu alma, y buscas esos momentos de soledad total que te ayudan a bordear el precipicio de la locura en la que vives.
Mi momento zen es cuando nado en mi mar Cantábrico, envuelta por sus frías aguas durante todo el año. Mientras dejo que las piezas rotas que vagan por dentro de mi se ordenen con cada contundente brazada que me aleja de la orilla, con cada rayo de sol que logra traspasar el agua salada y tocar mi piel sin calentarla, hundiéndome en las profundidades hasta llegar al fondo mientras las corrientes más frías me acarician y calman mi dolor, llevándoselo a lo lejos junto con mis lágrimas.
Lo mismo ocurre cuando plasmo en papel esos sentimientos que me recorren de amor intenso y de tristeza sin fin. Con cada renglón vierto ese amor sin límite que me permite seguir sintiéndole, aunque resida entre las estrellas más distantes del universo.
Esa soledad impuesta que a la vez buscas te cura, te ayuda y si eres capaz de ver la belleza que te rodea, aunque no te toque...logras sobre todo sentir con la fuerza inmensa de ese mar y puede, solo puede...que logres volver a vivir aunque sea rota y sin piezas de incalculable valor que siempre echarás en falta.
Ayer llego una nueva estrella inglesa a conquistar los cielos y otros corazones rotos han quedado destrozados. Y yo solo puedo regalarles nuevos abrazos que intentarán unir sus piezas rotas, palabras llenas de aliento que les levantarán cuando la agonía les haga gritar con el alma y un cariño intenso que nace del dolor más inhumano, y del amor más eterno.
Elena Cruz Buznego Hdcruz



jueves, 10 de agosto de 2017

REGALO
EXTRACTO......."PLACERES OCULTOS"

"La sintió deslizarse sobre su cuerpo, montándole como una manta acogedora y caliente, dejó sus manos vagar sobre su espalda y pensó que se ahogaría en sus ojos cuando le miró.
--Te quiero.
Sus palabras fueron apenas un susurro pero Mara se quedó esperando su respuesta, unas palabras que se moría por devolver, pero eso no era posible, ella tenía una vida en la que no tenía cabida y pronto se daría cuenta. Si repetía aquellas palabras algo se sellaría entre ellos y no podía hacerle eso, así que la volteo y se enterró hasta el fondo de un solo empujón, amándola de la única forma que podía............

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